viernes, 31 de diciembre de 2010
Tres meses después, en NOCHEVIEJA, ella tuvo la debilidad de llamarle. Feliz 1989. Él no contestó. Claro, pensó ella, ¿y qué iba a hacer?
En 1991, la chica con la que él vivía en Londres le dejó por otro, mientras ella conocía al hombre de su vida. En Nochevieja fue él quien llamó. Feliz 1992. Ella no contestó. Claro, pensó él ¿y qué iba a hacer? La semana pasada, los dos se encontraron de repente, al pasar el control de seguridad de la T-4. Él se estaba poniendo el cinturón cuando la vio. Ella, que se ponía el reloj, tardó más tiempo en reconocerle.
- Hola-dijo él.
- Hola –contestó ella- , ¿cómo estás?
- Bien, yo… Sí, ¿y tú?
- Bien también.
Luego, la mujer de él le preguntó en inglés con quién hablaba, mientras el marido de ella la cogía del brazo para llevarla hacia los ascensores. Ninguno de los dos volvió la cabeza para mirar al otro al alejarse. Los dos se arrepintieron después de no haberlo hecho.
Almudena Grandes.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
martes, 14 de diciembre de 2010
Pablo Picasso.
La cabra.
He hablado con una cabra.
Estaba sola en el prado, estaba atada.
Ahíta de hierba, mojada por la lluvia, balaba.
Ese mismo balido era hermano
de mi dolor. Le respondí al principio
por broma, luego porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz que no cambia.
La misma que yo sentía
gemir en una cabra solitaria.
En una cabra de perfil semita
sentía yo quejarse cualquier pena,
cualquier otra vida.
Umberto Saba.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
[...]
Saludo a cuantos me lean,
alzando el ancho sombrero
cuando me ven en mi puerta
apenas la diligencia asoma en la cima del otero.
Les saludo y les deseo sol,
y lluvia, cuando la lluvia es necesaria,
y que sus casas tengan
al pie de una ventana abierta
una silla predilecta
en que se sienten a leer mis versos.
Y al leer mis versos piensen
que soy cualquier cosa natural:
por ejemplo, el árbol antiguo
a la sombra del cual cuando niños
se sentaban de golpe, cansados dejugar,
y limpiaban el sudor de la frente caliente
con la manga de la bata listada.
Fernando Pessoa.
.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Pablo Gargallo.
Arte poética.
La música antes que todo sea,
y el Impar vago para ello busca,
el Impar libre por el espacio,
sin que le manche cosa ninguna.
No es necesario que tus palabras
con minuciosa propiedad luzcan:
son aún más gratos los versos grises
que a lo Indeciso lo Exacto juntan;
son ojos grandes detrás de velos,
son temblorosos soles que alumbran,
son en un cielo de otoño tibio
azul enjambre de estrellas puras.
Así buscamos el matiz débil,
¡siempre matices! ¡El color nunca!
¡Oh! ¡El matiz sólo desposar logra
sueños con sueños y alma con música!
¡Lejos, muy lejos, Chiste asesino,
ingenio fútil y risa impura,
todo ese ajo de ruin cocina
el que los ojos del Azul nubla!
¡A la elocuencia retuerce el cuello!
Continuamente, con mano ruda
ten a la rima bien dominada;
¡cómo te arrastra si te descuidas!
¿Quién de la Rima dirá los males?
¿Qué niño sordo, qué negra estúpida
forjó este dije de baratillo
que suena a hueco cuando se usa?
¡Música empero, música siempre!
Sea tu canto cosa que suba
desde tu alma que de otros cielos
y otros amores camina en busca.
Tu canto sea la profecía
que va extendiendo la brisa húmeda
por la mañana sobre los campos...
Y el resto es todo literatura.
Paul Verlaine.
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