miércoles, 31 de marzo de 2010

Salvador Dalí.



Arrojé un piano al mar para que se convirtiese en pianola. Creía que el lenguaje de los hombres coincidía con el del universo.
(Cuaderno Verde)

Pedro Casariego.

martes, 30 de marzo de 2010



Deixis en fantasma.

Aquello.
No eso.
Ni
-mucho menos- esto.

Aquello.

Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.

Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.

Ángel González.

lunes, 29 de marzo de 2010



Anoche
debajo de la mesa
quedaron tus zapatos

noche sin huellas.

Miguel Agudo.

domingo, 28 de marzo de 2010



El Aleph.

[...]" En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo".[...]

Jorge Luis Borges.

sábado, 27 de marzo de 2010

Magritte.



[...]
"Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones del mundo que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres.
Con el Destino conduciendo la carroza de todo por el camino de nada".
[...]

Fernando Pessoa "Tabaquería".

viernes, 26 de marzo de 2010



La Marioneta.

Tras el accidente estrepitoso y fatal, la marioneta, que yacía inerte en mitad del asfalto, abrió los ojos y empezó a incorporarse con gran lentitud. Ya erguida, aunque en precario equilibrio, avanzó unos metros por la carretera, sorteando cadáveres, hasta alcanzar la mano muerta de su dueño, donde entrelazó cuidadosamente sus hilos de nylon. Acto seguido, cayó desvencijada al suelo, cerrando los ojos para siempre.

Javier Puche.

jueves, 25 de marzo de 2010

Moebius.



El lobito bueno.

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.

José Agustín Goytisolo.
.......................
Felicidades.

miércoles, 24 de marzo de 2010



¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
...pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,
esquívase en silencio mi planta, y se encamina hacia más puro
ambiente de amor y caridad.
¿Rencores? ¡De qué sirven! ¿Qué logran los rencores?
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores:
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,
se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
¡será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocado en flor de paz!

Amado Nervo.

martes, 23 de marzo de 2010



[…]
“Las tazas del water en los cuartos de baño modernos se elevan del suelo como flores de nenúfar. El arquitecto hace todo lo posible para que el cuerpo olvide todas sus miserias y el hombre no sepa qué pasa con los residuos de sus entrañas cuando rumorea por encima de ellos el agua violentamente salida del depósito. Los tubos de la canalización, aunque llegan con sus tentáculos hasta nuestras casas, están cuidadosamente ocultos a nuestra vista y nosotros no sabemos nada de la invisible Venecia de mierda sobre la cual están edificados nuestros cuartos de baño, habitaciones, salas de baile y parlamentos.”[…]

Milan Kundera. “La insoportable levedad del ser”.

lunes, 22 de marzo de 2010

Banksy.



Hijos de la época.

Somos hijos de nuestra época,
y nuestra época es política.
Todos tus, mis, nuestros, vuestros
problemas diurnos, y los nocturnos,
son problemas políticos.
Quieras o no,
tus genes tienen un pasado político,
tu piel un matiz político
y tus ojos una visión política.
Cuanto dices produce una resonancia,
cuanto callas implica una elocuencia
inevitablemente política.
Incluso al caminar por bosque y praderas
das pasos políticos
en terreno político.
Los poemas apolíticos son también políticos,
y en lo alto resplandece la luna,
un cuerpo ya no lunar.
Ser o no ser, ésta es la cuestión,
¿Qué cuestión?, adivina corazón:
una cuestión política.
Adquirir significado político
ni siquiera requiere ser humano.
Basta ser petróleo,
pienso compuesto o materia reciclada.
O la mesa de debates
de diseño durante meses discutido:
¿redonda?, ¿cuadrada?, ¿qué mesa es mejor
para deliberar acerca de la vida y de la muerte?
Mientras, perecía gente,
morían animales,
ardían casas,
y los campos se quedaban yermos
como en épocas remotas
y menos políticas.

Wyslawa Szymborska.

domingo, 21 de marzo de 2010

Francis Bacon.



El adentro, el afuera, y el amor.


"El mundo está en mi cabeza. Mi cuerpo está en el mundo". Hoy sigo pensando que es así como vivimos nuestras vidas. Nuestro cuerpo va por el mundo a la deriva, flotando en algo grande, mucho más grande que él, y al mismo tiempo todos estamos aislados, encerrados en nosotros mismos, viviendo una vida puramente interna. Creo que en gran medida escribo sobre eso, sobre esa separación entre el adentro y el afuera, y sobre cómo la gente enfrenta o evita el abismo que hay en medio. Hay ciertas experiencias que logran acercarlos bastante. No quiero ponerme sentimental, pero creo que el amor es una de ellas. En el amor estamos a la vez adentro y afuera de nosotros mismos; vivimos para y por otra persona, y algo nos empuja a formar parte de lo que nos rodea. Pero comprometerse profundamente con una idea o una causa puede producir el mismo efecto.


Paul Auster.

viernes, 19 de marzo de 2010



Quedar.

Quedar
en lo que queda
después del fuego,
residuo, sola
raíz de lo cantable.

(Fénix)
José Angel Valente.

jueves, 18 de marzo de 2010

Alfred de Musset.



Advertencias.

Ah, nunca intentes tocar madera podrida
o jugar a otro juego de cartas cuando ya has ganado;
nunca intentes saber más de lo que debes.

Todas las mágicas manzanas doradas parecen deliciosas
aunque la perversa bruja ha envenenado una;
ah, nunca intentes tocar madera podrida.

Desde aquí, la luna parece tan exquisita como la comida de un ángel,
desde aquí, no puedes apreciar las manchas del sol;
nunca intentes saber más de lo que sabes.

La suave y sibilina cobra lleva un capuchón
y se pavonea como una perfecta señorita;
ah, nunca intentes tocar madera podrida.

La actitud vigilante de los ángeles albos
disfraza los engaños y las mortales diabluras que cometieron;
nunca intentes saber más de lo que debes.

Pues los secretos mortales nos hieren al comprenderlos
y nuestra buena estrella nos abandona huyendo:
nunca intentes tocar madera podrida,
nunca intentes saber más de lo que se debe.

Sylvia Plath.

miércoles, 17 de marzo de 2010




... Al otro lado.

Nos aprovisionamos de lágrimas
cuando perdemos sueños
con la desesperación de pasado mañana
ayer vimos el sol
y por la noche caminamos sobre la luna.
Donde vimos caer las estrellas
a la velocidad de la luz
hicimos un sacrificio para que
muriéramos el uno por el otro
Así llegamos al otro lado.
Te veo allí.
Tal y como la luz cae esta tarde
a través de los árboles del otoño
y las hojas hacen "crac-crac" en el camino de conchas
debido a nuestros pies cansados por el verano
y nosotros (a través de tapones en las orejas)
podemos cantar "September Song" de Chet Baker.
Entonces el beso más joven
todavía no se ha perdido.

Johan Van Den Berg.

Traducción de Cristina Martín y Jelle Bart.
» …Al otro lado
La Haya. (Holanda)

martes, 16 de marzo de 2010

A. Varotari.



Ajedrez.

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Jorge Luis Borges.

lunes, 15 de marzo de 2010



Invictus.

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley (1875).

domingo, 14 de marzo de 2010

Salvador Dalí.



Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?

Cesar Vallejo, 1939. “ Poemas Humanos”.

sábado, 13 de marzo de 2010



SI.

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fé que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan.
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres.
Si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si alcanzas el TRIUNFO ó llega tu DERROTA,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie lo que eres, ni lo que eras.
Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga, en tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo, cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a Reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos, que te llevan al cielo.
TODO lo de esta Tierra será de tu dominio,
Y mucho más aún ...
¡ Serás un HOMBRE, hijo mío!.

Rudyard Kipling.

viernes, 12 de marzo de 2010

R.I.P. Miguel Delibes.



12 marzo

"Telefoneó el Lorencín invitándonos a Zamora, a una tirada de pichón. Y allá nos fuimos la nana y yo por no desairarle, más que nada por dar un garbeo y ver a los nietos. El jodío sabe presentarse. Con una cazadora de ante, un güito con una pluma de faisán en la cinta y un pantalón de pana de raya ancha, queda un poco culón pero talmente parece un banquero. Claro que banquero es, pero ahora me refería al amo del banco. Esto del pichón es lo único que le ha quedado de mi afición a la caza. Él dice que lo de subir laderas está bien para para los pobres. El vaina coge los puntos rápido y, a última hora, con veintiséis pájaros se llevó la copa y el sobre. ¡Treinta mil del ala, que no está mal!
En casa encontramos la invitación del Partenio para celebrar la apertura de la tienda. Como me había anunciado, será el 19 en el Don Sebastián. Eso es hacer las cosas bien y lo demás son cuentos".

Miguel Delibes "Diario de un jubilado". (Marzo de 1995)

miércoles, 10 de marzo de 2010

Muros.



Fanatismo.

"¿Qué se le puede responder a un hombre que dice que él prefiere obedecer a Dios que a los hombres, y por consiguiente está seguro de merecer el cielo si nos estrangula?
Cuando el fanatismo ha gangrenado un cerebro, la enfermedad es casi incurable. (...)
Normalmente son los bribones los que guían a los fanáticos y les ponen el puñal en la mano; se parecen a ese Viejo de la Montaña que según dicen hacía probar las delicias del paraíso a los imbéciles y les prometía una eternidad gozando de los placeres probados, a condición de que asesinaran a todos los que él les señalara".

Voltaire.

martes, 9 de marzo de 2010



[...]"Teresa acaricia constantemente la cabeza de Karenin, que descansa tranquilamente sobre sus rodillas. Para sus adentros dice aproximadamente esto: No tiene ningún mérito portarse bien con otra persona. Teresa tiene que ser amable con los demás aldeanos porque de otro modo no podría vivir en la aldea.Y hasta con Tomás tiene que comportarse amorosamente , porque Tomás lo necesita. Nunca seremos capaces de establecer con seguridad en qué medida nuestras relaciones con los demás son producto de nuestros sentimientos, de nuestro amor, de nuestro desamor, bondad o maldad, y hasta qué punto son el resultado de la relación de fuerzas existentes entre ellos y nosotros.
La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta limpieza y libertad en relación con quien no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales. Y aquí fue donde se produjo la debacle fundamental del hombre, tan fundamental que de ella derivan todas las demás".[...]

Milan Kundera. "La insoportable levedad del ser".

lunes, 8 de marzo de 2010

Miquel Barceló.



[...]
"La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad".
[...]

Gioconda Belli. "Los portadores de sueños".

domingo, 7 de marzo de 2010

A. Tapies.



Cifra.

Amor, llevabas en el mundo
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, al cerrarse la noche
en que me llamaste desde tu rincón,
voz que se había compadecido
y me recibías, cuerpo bondadoso.
Qué juego perdido, qué rodar
hasta romper un oscuro ramaje,
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, antes de que encontrara
dónde te me habías acurrucado,
amor, para crecer lejos de mí.

Gabriel Ferrater.

sábado, 6 de marzo de 2010

Yerka.



Silencio.

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Octavio Paz.

viernes, 5 de marzo de 2010

Mimo Marcel Marceau.



[...]
"Hice de mí lo que no supe.
Y lo que podía hacer de mí no lo hice.
Vestí un dominó equivocado.
Después me conocieron por quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme la máscara,
estaba pegada a la cara.
Cuando la arranqué y me ví en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, ya no sabía vestir el dominó que no me había quitado.
Tiré la máscara y dormí en el guardarropa
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo".
[...]

Fernando Pessoa."Tabaquería".

.............................

(Sigo sin saber quién eres)

jueves, 4 de marzo de 2010

Monet.



Aire y luz y tiempo y espacio.

Ya sabes, la familia, el trabajo,
siempre ha habido algo
en mi camino
pero ahora
he vendido mi casa, he encontrado este
sitio, un estudio grande, tienes que ver que espacio y
qué luz.
por primera vez en mi vida voy a tener un sitio y tiempo para
crear.

No, hijo, si vas a crear
crearás aunque trabajes
16 horas diarias en una mina de carbón
o
crearás en un cuarto pequeño con 3 niños
mientras que no cobras más que
el paro.
Crearás como parte de tu mente y de tu
cuerpo
destrozados.
Crearás ciego
mutilado
demente,
crearás con un gato subiéndote por la espalda mientras
la ciudad entera se estremece ante un terremoto, un bombardeo,
una inundación, un incendio.

Hijo, aire y luz y tiempo y espacio
no tienen nada que ver con la creación y no crean nada
más que, quizás, una vida mas larga para
encontrar nuevas
excusas para no hacerlo.

Bukowski.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Bronzino.



Canción de cuna.

Duerme, amor, pon tu cabeza,
tan humana, en mi fiel brazo.
Quema el tiempo con sus fiebres
la belleza irrepetible de
la niñez pensativa –la tumba
nos demuestra que es efímera-:
pero descanse hasta el alba
en mis brazos la criatura,
mortal, culpable. A mis ojos,
absolutamente bella.
No hay frontera entre alma y cuerpo:
a los amantes, echados
en su falda tolerante
hasta el desmayo vulgar,
Venus les enseña en serio
una unión que no es del mundo,
amor y espera absoluta,
mientras visiones abstractas
entre rocas y glaciares
llevan al eremita el éxtasis carnal.
Fidelidad y constancia
pasan al sonar las doce
como tañe una campana,
y los locos con tribuna
gritan su sermón de siempre.
Cada céntimo del precio,
los temibles vaticinios
pagaré, pero esta noche
ni un susurro va a faltar,
ni un pensamiento, ni un beso.
La ilusión nocturna muere:
que te roce el viento al alba
la cabeza soñadora
y bendigas, dulce, el día
con los ojos y el corazón,
y el mundo mortal te baste;
y el seco mediodía no te sorprenda
sin la fuerza de un alimento involuntario,
y que, en las noches amargas,
todo humano amor te guarde.

W. H. Auden.

martes, 2 de marzo de 2010

Qui Baishi.



A un gato.

No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.

Jorge Luis Borges.

lunes, 1 de marzo de 2010



Marzo me regaló una súbita primavera cuando arranqué la hoja del calendario.