sábado, 20 de noviembre de 2010



Como un torpe actor que una vez en escena
no consigue por miedo recitar su papel,
o como un iracundo que rebosa de enojo,
cuya fuerza excesiva debilita sus ánimos,
así yo, sin fe en mí, he olvidado cumplir
la cabal ceremonia de los ritos del amor,
y mi impulso amoroso agobiado declina
por el peso terrible de un exceso amatorio.
Que te sirva este libro de elocuencia y de mudo
mensajero del alma, que por él es locuaz;
que reclame tu amor y que exija su premio
con más voz que una lengua que se exprese hábilmente.
Lo que escribe amor mudo deberías leer,
porque oír con los ojos es de amante sutil.

William Shakespeare.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario