Tantos piratas viven en el aire,
tantos corsarios de la juventud:
la patente de corso del pasado
nos saquea las hojas del presente,
profanada la fronda del jardín.
Vientos de fronda, brisa del balcón,
el vendaval de escotes, pelucas y violines.
así el pasado es sólo su representación
o ciclorama, pero en el presente
vemos interpretarse ya el ayer:
actores del balcón, beau clown, caléndulas
en una pasarela jaspeada:
pasan arrebatados por el aire
los alamares de la juventud.
Pasan, y no sabríamos rozarlos:
el ánsar al volar no se confunde
con la corchetería de su vuelo,
con el rastro de luz, casi un rasguño,
con la flor que en el pecho más nos duele.
Pere Gimferrer.
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UN TALLO OCRE
ResponderEliminarMelancolía, trazos de alboradas
que deshilvanan el tiempo en sus ojos
y desgranan lisuras
en inmortales imágenes.
No quisiera volver
a desnudar lo andado,
me veo como soy, diáfana,
y ella contiene mis fulgores
con sapiencia y asombro.
Según las nubes, el cielo y el sol,
las carencias las llena de desiertos
caminando descalza
sin otra compañía que sus propias corrientes.
Cada día se resta
de mi mercado
las flores frescas
y en cada libro que abro al azar,
está el nicho de un tallo ocre
y el perfume acabado de un jazmín.
Es el perfecto filtrado,
un presente hundido en una flor
que como prendedor un día
se lució en mi escote.
Freya Hödar Nistal
LO ENCONTRÉ EN UN BLOG Y TE LO DEJO EN LUGAR DE UN COMENTARIO TONTO.
Dónde estás, amiga? Te echo de menos.
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