jueves, 29 de abril de 2010
La cerradura del amor.
Soluciona la noche con monedas:
pagas así la cama.
Mas aquello por lo que tanto dieras
(o quizás dieras poco):
la promesa del cielo (que es lo eterno)
o esta vida final (el desengaño),
por el amor lo dieras casi todo.
Mas si lo ves venir aguarda altivo
porque el don que te llega lo mereces.
No le opongas dureza, mas que llame
a la puerta cerrada. No te fíes
de la belleza de un semblante joven,
y escruta su mirada con la tuya;
ayude la experiencia de los años
para tocar el alma. Si algo sabes
debe servirte mucho en esas horas.
Puede que, a quien esperas, le despidas,
y te quedes más solo.
Mas el amor no pagues con monedas,
no mendigues aquello que mereces.
Francisco Brines.
miércoles, 28 de abril de 2010
Tiempo sin tiempo.
Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta
tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj
vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.
Mario Benedetti.
martes, 27 de abril de 2010
Santiago Rusiñol.
"Existen tres medios a través de los cuales el hombre puede hablar con el Paraíso: la poesía, la pintura y la música"
"La poesía más sublime es una alegoría que se dirige a la visión espiritual, permaneciendo totalmente oculta al entendimiento. La visión espiritual. He ahí la idea madre, el motor universal, el supremo generador de toda creación, de toda expresión artística, de toda manifestación que merezca el honoroso calificativo de humanística. Esa visión espiritual es la divina matriz en que se gestará el Hombre Nuevo, y fuera de la cual el individuo no logrará trascender su raquítica condición de animal arrogante, de bípedo compulsivo e ignoto".
W. Blake.
lunes, 26 de abril de 2010
Se desangraba el universo.
Tu ausencia es una cosa que pesa como plomo
Tu ausencia es una cosa dura como metal
Tu ausencia es un enorme barranco al que me asomo
sin tacto sordo ciego igual que un mineral
Tu ausencia es un olor que abrasa mi nariz
Un ruido monstruoso que se cuelga en mi oreja
Un animal sin límites que es todo cicatriz
y que lame mi vida y me la deja vieja
Tu ausencia, esa cosita que no tiene ni abuelo
ni apellido ni forma ni rodilla ni pelo
es sin embargo un bulto majestuoso y profundo
Tu ausencia es una rara prestidigitación
que está vaciando a pausas mi lleno corazón
y que está abarrotando de vaciedad el mundo.
Félix Grande. "Las rubáiyátas de Horacio Martín".
domingo, 25 de abril de 2010
El reloj.
¡Reloj!, dios siniestro, horroroso, impasible,
en el cual el dedo nos amenaza y nos dice: ¡”Acuérdate!
Los vibrantes dolores en tu corazón lleno de horror
se plantarán pronto como en un blanco;
El placer vaporoso huirá hacia el horizonte
igual que una sílfide en el fondo de los bastidores
cada instante te devora un fragmento de delicia
a cada hombre otorgada para toda su estación.
Tres mil seiscientas veces por hora, el segundo
murmura: ¡Acuérdate! Rápido con su voz
de insecto, ahora dice: ¡Yo soy el antes,
y he chupado tu vida con mi trompa inmunda!
¡Recuerda! ¡Acuérdate! Prodiga ¡Esto memor!
(Mi gaznate de metal habla todas las lenguas).
¡Los minutos, mortal retozón, son gangas
que no se deben abandonar sin extraer el oro!
¡Acuérdate que el tiempo es un jugador ávido
que gana sin trampear, en todo lance! ¡Es la ley!
El día disminuye; la noche aumenta; ¡Acuérdate!
La sima tiene siempre sed; la clepsidra se vacía.
Tan pronto sonará la hora en que el divino azar,
en la cual la augusta virtud, tu esposa todavía vírgen,
en la cual el arrepentimiento mismo(¡oh, el último refugio!)
en la cual todo te dirá: ¡Muere, viejo descuidado; es demasiado tarde!”
Chrarles Baudelaire.
sábado, 24 de abril de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
Vlamink.
El vino a solas, la memoria ardiendo.
Sombra, qué tarde llegas y te vas qué temprano.
Te has sentado en mis sillas, perfumando mi pieza.
Llovían mis propios años sobre mi pelo cano.
Discretamente heme revolcado en tristeza.
Sagrada es la inocencia con su olor a verano,
y con su olor a mundo sagrada es la belleza.
Vienen toros de nieve lamiéndome la mano;
y el Tiempo, en la ventana aplasta su cabeza.
Delicada catástrofe; desgracia taciturna.
La escasa fe maltrecha que queda se embadurna
en interrogaciones sin futuro ni afán.
Y me he quedado solo, sin sombra, mortecino,
rebuscando calor en mi aterido vino.
La vida nos engaña, las cosas se nos van.
Félix Grande.
jueves, 22 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
Abetos en La Taiga.
martes, 20 de abril de 2010
lunes, 19 de abril de 2010
Cirios.
Ante nosotros yérguense los días venideros
como fila de cirios encendidos
cirios ardientes, áureos y vivos.
Quedan atrás los días ya pasados,
triste fila de cirios apagados.
Los más cercanos aún despiden humo,
cirios fundidos, fríos, y torcidos.
No quiero verlos: me aflige su figura,
me aflige recordar su luz primera.
Veo ante mí mis cirios encendidos.
No quiero volverme por no ver con horror
cómo la fila oscura avanza rápida,
cómo los cirios apagados aumentan tan de prisa.
Konstantino Kavafis.
domingo, 18 de abril de 2010
El buen Amor.
" Pared contra pared la soledad más fea y amarilla te encerró te apartó de todo lo que amabas o era tuyo y con pasos de zorra se metió en el reloj y empezó a trastocar todas las horas para que no supieses ni pudieras notar que terminaba tu tiempo en el festín y así fue como un sucio desaliento se echó sobre tus hombros tal un pájaro enorme en una madrugada sórdida y cruel con aires de desgracia y fue entonces recuerda cuando en el abandono o desamor pronunciaste su nombre repetiste su nombre como un niño perdido entre la sombra. Por azar o conjuro tal nombre te ha devuelto a los días de la más clara luz y ahora notas la brisa el fresco olor de un sitio que conoces, de una casa rodeada de flores y senderos donde el sueño cruza por galerías altísimas y blancas como velas de un navío al largar y jugando te ocultas al final de un pasillo y aguardas que llegue la muchacha que quieres y la asustas con las hojas de un ramo de laurel y cuando ella se ríe contra tu pecho huérfano ya sientes que su piel y su pelo tienen gusto de mar que está temblando y que sus labios queman. Ahora ya no despiertas en horas miserables cuando un frío de angustia estremecía la noche en bancarrota acuchillando tu cansancio hasta el alba, ni tienes pesadillas o apariciones súbitas ojos sin rostro de personas que amabas y desaparecieron alejándose tal faros en la niebla y tampoco es preciso que cuentes hasta mil o que enciendas todos los cigarrillos que tu insomnio pedía para alcanzar la total desmemoria ya que todo es distinto cuando ella está contigo, cuando sientes que respira en la almohada junto a ti y que sus manos te acarician mientras el sueño cae. No quieras indagar, deja perderse el humo, el turbio vaho de años de penitencia: un tiempo que fue tuyo y que ahora no reconocerías; sube hasta los balcones de la mañana y canta, canta sin más a la esperanza al viento a los caminos que aquí te devolvieron por conjuro o azar y dile a esta muchacha lo que antes no sabías, cuéntale que cruzabas perdido por lugares sin nombre, que fuiste enfermo y ella te sanó, que escuchando su voz te sientes renacer y amas la vida porque te ha dispensado la fortuna y la gracia de conocer el hondo el buen amor. "
José Agustín Goytisolo. "A veces el gran amor".
sábado, 17 de abril de 2010
Vers de Societé.
Mi esposa y yo hemos invitado a unos mamones
a perder su tiempo y el nuestro con nosotros: ¿Tal vez
te gustaría venir? A tomar por el culo, amigo mío.
El día toca a su fin.
Jadea la estufa de gas y en el crepúsculo los árboles se mecen.
De modo que: Querido Warlock-Williams: Lamento no poder-
Es curioso cómo cuesta estar solo.
Podría pasar la mitad de mi vida, si quisiera,
con una copa de jerez, medio doblado para escuchar el bla-bla de una idiota
que no ha leído nada más que el Vogue.
Calcula el tiempo libre que se ha ido
de cabeza a la nada, solamente ocupado
con cubiertos y caras, y no bajo una lámpara
dedicado a escuchar la voz del viento
y a ver cómo la luna se va empequeñeciendo
hasta ser una navaja afilada en el aire.
Una vida, y sin embargo, qué grabado tenemos
toda soledad es egoísta. Hoy en día nadie
se cree el ermitaño con su sayo y su plato
hablando con Dios (que ya se fue también); el gran deseo
es que los demás nos muestren su cariño, y eso implica
mostrarles nuestro afecto, más o menos.
La virtus es social. ¿No serán, así pues,
estos deberes,
jugar a ser amables, como antes ir a misa?
Algo que no aburre, algo que hacemos mal
(preguntar a un imbécil por su maldito asunto)
tratando de sentirlo, porque, de un modo u otro,
esto nos muestra lo que habría de ser?
Demasiado sutil. Y demasiado decente. A la mierda.
Sólo los jóvenes pueden estar solos sin cargo.
El tiempo de buscar compañía ya se acaba
y estar bajo la lámpara a menudo
no trae la paz, sino otras cosas.
Donde acaba la luz el fracaso y la pena
susurran: Querido Warlock-Williams: Por supuesto
que-
Philip Larkin.
jueves, 15 de abril de 2010
Banksy.
Vialidad.
Un pobre cronopio va en su automóvil y al llegar a una esquina le fallan los frenos y choca contra otro auto. Un vigilante se acerca terriblemente y saca una libreta con tapas azules.
-¿No sabe manejar, usted? -grita el vigilante.
El cronopio lo mira un momento, y luego pregunta:
-¿Usted quién es?
El vigilante se queda duro, echa una ojeada a su uniforme como para convencerse de que no hay error.
-¿Cómo que quién soy? ¿No ve quién soy?
-Yo veo un uniforme de vigilante -explica el cronopio muy afligido-. Usted está dentro del uniforme pero el uniforme no me dice quién es usted.
El vigilante levanta la mano para pegarle, pero en la mano tiene la libreta y en la otra mano el lápiz, de manera que no le pega y se va adelante a copiar el número de la chapa. El cronopio está muy afligido y quisiera no haber chocado, porque ahora le seguirán haciendo preguntas y él no podrá contestarlas ya que no sabe quién se las hace y entre desconocidos uno no puede entenderse. (1952)
Julio Cortázar.
miércoles, 14 de abril de 2010
Miroslav Tishy.
martes, 13 de abril de 2010
Valdés.
Ariadna.
Ariadna y su telaraña en la cabeza tejiendo sueños y destejiendo recuerdos.
Lo que fue, lo que pudo ser y no fue, lo que imaginó que sería y no fue…
La maraña imposible de deshacer, imposible de rehacer.
¿Dónde está el cabo desde el que tirar para romper y dejar atrás esa bola y recomenzar?
Quizá sea más inteligente hacer un nido con ella y acomodar los futuros allí tratando de no remover pasados.
lunes, 12 de abril de 2010
I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
[...]
Jorge Luis Borges.
domingo, 11 de abril de 2010
[...]
"Baja de los cielos,
pues aquí está el infierno.
Baja de tu trono,
pues aquí hay guerras, hambre, injusticias.
No hace falta que seas uno y trino,
con uno solo que tenga ganas de ayudar, nos bastaría.
¿Cual es tu reino?¿El Vaticano?
¿La banca?¿La alta política?
Nuestro reino es Nigeria, Etiopía, Colombia, Hiroshima.
El pan nuestro de cada día
son las violaciones, la violencia de género,
la pederastia, las dictaduras,
el cambio climático".
[...]
Mago de Oz. "El dios de los tristes".
sábado, 10 de abril de 2010
Salvador Dalí.
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj.
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con ancora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de tí mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a tí te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Julio Cortázar.
viernes, 9 de abril de 2010
Amilkar Feria.
“Los seres humanos vivimos en una lucha desigual contra la mentira, la ignorancia, la irrealidad. Los científicos tratan de arrebatarle terreno a la oscuridad; los poetas tratan de entender; los detectives tratan de hallar indicios para saber quién mató o con quién puso cuernos la esposa o el marido. La justicia debería hallar y castigar a los asesinos. Los filólogos intentan saber quién fue el autor del Lazarillo de Tormes. Puede que en últimas no importe saber quién es el asesino o el cornudo, ni quién es el autor de una novela o de un poema, o si una vacuna contra el sida sirve o no... Yo participo de ese prejuicio humano muy difundido: las ganas de averiguar y de saber: quiero saber con quién me traicionó mi mujer; quiero saber quién dio la orden para matar a mi padre; quiero saber si el que escribió un soneto fue Borges o no. Si la justicia colombiana fue incapaz de encontrar y castigar a los asesinos, al menos yo creo haber hecho bien mi pesquisa filológica: yo sí sé quién escribió ese poema que parecía anónimo, o apócrifo, o inventado, o paródico. Creo haber demostrado su autenticidad. Puede que no sea importante, pero a los humanos, en general, esas cosas nos importan”.
Héctor Abad Faciolince.
jueves, 8 de abril de 2010
Rosa de escándalo.
(Alburquerque, noviembre)
Cuando el hombre se extinga,
cuando la estirpe humana al fin se acabe,
todo lo que ha creado
comenzará a agitarse,
a ser de nuevo,
a comportarse libremente
como
los niños que se quedan
solos en casa
cuando sus padres salen por la noche.
Héctor conseguirá humillar a Aquiles,
Luzbel volverá a ser lo que era antes,
fornicará Susana con los viejos,
avanzará un gran monte hacia Mahoma.
Cuando el hombre se acabe
—cualquier día—,
un crepitar de polvo y de papeles
proclamará al silencio
la frágil realidad de sus mentiras.
Angel González.
miércoles, 7 de abril de 2010
Benjamín Palencia.
Oda a la soledad.
Ah soledad,
mi vieja y sola compañera,
salud.
Escúchame tú ahora
cuando el amor
como por negra magia de la mano izquierda
cayó desde su cielo,
cada vez más radiante, igual que lluvia
de pájaros quemados, apaleado hasta el quebranto, y quebrantaron
al fin todos sus huesos,
por una diosa adversa y amarilla
y tú, oh alma,
considera o medita cuántas veces
hemos pecado en vano contra nadie
y una vez más aquí fuimos juzgados,
una vez más, oh dios, en el banquillo
de la infidelidad y las irreverencias.
Así pues, considera,
considérate, oh alma,
para que un día seas perdonada,
mientras ahora escuchas impasible
o desasida al cabo
de tu mortal miseria
la caída infinita
de la sonata opus
ciento veintiséis
de Mozart
que apaga en tan insólita
suspensión de los tiempos
la sucesiva imagen de tu culpa
ah soledad,
mi soledad amiga, lávame,
como a quien nace, en tus aguas australes
y pueda yo encontrarte,
descender de tu mano,
bajar en esta noche,
en esta noche séptuple del llanto,
los mismos siete círculos que guardan
en el centro del aire
tu recinto sellado.
Angel Valente.
martes, 6 de abril de 2010
Variaciones sobre nada.
(Esa nada de arena que transcurre
muda de la clepsidra y va posándose,
y, fugaces, las huellas sobre el rostro,
sobre el rostro que muere, de una nube...
Mano después que invierte la clepsidra,
el retorno arenoso que se mueve,
tácito hacerse argénteo de la nube
en el alba primera leve lívida...
La mano vuelve en sombre la clepsidra,
y la nada de arena que transcurre
silenciosa, es lo único que se oye
y, al ser oída, en negro no se funde.)
Giuseppe Ungaretti.
lunes, 5 de abril de 2010
García Alix.
¿Qué les queda a los jóvenes?.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar, abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan, abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
Mario Benedetti.
domingo, 4 de abril de 2010
sábado, 3 de abril de 2010
jueves, 1 de abril de 2010
E. L. Kirchner.
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