viernes, 9 de abril de 2010
Amilkar Feria.
“Los seres humanos vivimos en una lucha desigual contra la mentira, la ignorancia, la irrealidad. Los científicos tratan de arrebatarle terreno a la oscuridad; los poetas tratan de entender; los detectives tratan de hallar indicios para saber quién mató o con quién puso cuernos la esposa o el marido. La justicia debería hallar y castigar a los asesinos. Los filólogos intentan saber quién fue el autor del Lazarillo de Tormes. Puede que en últimas no importe saber quién es el asesino o el cornudo, ni quién es el autor de una novela o de un poema, o si una vacuna contra el sida sirve o no... Yo participo de ese prejuicio humano muy difundido: las ganas de averiguar y de saber: quiero saber con quién me traicionó mi mujer; quiero saber quién dio la orden para matar a mi padre; quiero saber si el que escribió un soneto fue Borges o no. Si la justicia colombiana fue incapaz de encontrar y castigar a los asesinos, al menos yo creo haber hecho bien mi pesquisa filológica: yo sí sé quién escribió ese poema que parecía anónimo, o apócrifo, o inventado, o paródico. Creo haber demostrado su autenticidad. Puede que no sea importante, pero a los humanos, en general, esas cosas nos importan”.
Héctor Abad Faciolince.
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