viernes, 5 de noviembre de 2010

David Friedrich.



¡Oh viejo capitán! ¡Oh Muerte, leva el ancla!,
nos aburre esta tierra; zarparemos, que es la hora!
Si en el cielo y el mar hay negruras de tinta,
los pechos que conoces están llenos de rayos.
¡Viértenos tu veneno, y que él nos reconforte!
Queremos, tanto el fuego nuestros cerebros quema,
descender al abismo, ¿qué importa Infierno o Cielo?
¡al fondo de lo Ignoto para encontrar lo nuevo!

Charles Baudelaire.

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2 comentarios:

  1. Tanto la pintura como el poema entrañan una invitación al riesgo, al vértigo.
    Un abrazo.
    Prefiero pensar en la muerte como un remanso de paz, de plenitud en el olvido.
    Me gusta mucho ese cuadro.

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  2. Todo es convulso en esta entrada no exenta de belleza.
    Un saludo.

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