jueves, 2 de diciembre de 2010

Pablo Gargallo.



Arte poética.

La música antes que todo sea,
y el Impar vago para ello busca,
el Impar libre por el espacio,
sin que le manche cosa ninguna.
No es necesario que tus palabras
con minuciosa propiedad luzcan:
son aún más gratos los versos grises
que a lo Indeciso lo Exacto juntan;
son ojos grandes detrás de velos,
son temblorosos soles que alumbran,
son en un cielo de otoño tibio
azul enjambre de estrellas puras.
Así buscamos el matiz débil,
¡siempre matices! ¡El color nunca!
¡Oh! ¡El matiz sólo desposar logra
sueños con sueños y alma con música!
¡Lejos, muy lejos, Chiste asesino,
ingenio fútil y risa impura,
todo ese ajo de ruin cocina
el que los ojos del Azul nubla!
¡A la elocuencia retuerce el cuello!
Continuamente, con mano ruda
ten a la rima bien dominada;
¡cómo te arrastra si te descuidas!
¿Quién de la Rima dirá los males?
¿Qué niño sordo, qué negra estúpida
forjó este dije de baratillo
que suena a hueco cuando se usa?
¡Música empero, música siempre!
Sea tu canto cosa que suba
desde tu alma que de otros cielos
y otros amores camina en busca.
Tu canto sea la profecía
que va extendiendo la brisa húmeda
por la mañana sobre los campos...
Y el resto es todo literatura.

Paul Verlaine.

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1 comentario:

  1. Está muy bien este arlequin músico de Gargallo acompañando a el manifiesto sobre poesía que, desde la poesía, hace Paul Verlaine.
    Un abrazo y no hagas caso del invierno.

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