domingo, 22 de noviembre de 2009

Rainer María Rilke.

Que hace un instante no existía yo,
¿lo sabes? Y contestas tú que no,
Y siento que si sé no apresurarme
puedo no pasar nunca.
Pues yo soy mucho más que un sueño en otro sueño.
Sólo lo que desea tener bordes
es como un día y un sonido,
y se te escapa, extraño, por las manos,
para encontrar la inmensa libertad,
y ellas se lo permiten, con tristeza.
Así quedó lo oscuro para ti sólamente,
y, creciendo hacia el diáfano vacío,
se levantó una historia universal
con unas piedras cada vez más ciegas.
¿Hay todavía alguno que sobre ellas construya?
Las masas quieren otra vez las masas,
en abandono están las piedras;
de ellas ninguna la esculpiste tú.

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